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viernes, 23 de abril de 2010

Sobre las torres en Mogotes

No es honesto atraer inversiones a una ciudad sin asegurar cierta infraestructura básica e indispensable, de otra manera, el progreso de unos será posible solamente en detrimento de otros.

Las expectativas dirigenciales que refleja la prensa local se ven como expresiones de deseo y parecen ser de corte voluntarista, dejando sin analizar cuestiones clave para el desarrollo y cifrando esperanzas en cuestiones ficticias como una “modificación del COT” (sic) para el posible desarrollo de la ciudad.

Evidentemente, primero se debe diseñar la ciudad del futuro y se deben planificar y construir mediante obra pública las condiciones necesarias para el desarrollo, y solo después es esperable pensar que los inversores tengan seguridad para desarrollar sus negocios.

Este punto es muy importante.

La manera de abordar estos temas desde las políticas públicas, especialmente las municipales, nos definiría perfectamente el grupo de ciudades al que pertenecemos, las que hacen las cosas mal o las que adoptan buenas prácticas.

El dilema es entre la ciudad explotadora y la ciudad del desarrollo.

El paradigma que recae sobre los recursos naturales, los cuales deben ser “explotados” para el progreso, no cabe aplicarse a una ciudad.

En cierta medida porque la ciudad es la construcción colectiva por excelencia lo que supone a ésta propiedad de todos, entonces una ciudad no puede ni debe ser explotada.

Además, es muy importante reconocer y proteger nuestros valores identitarios y ambientales, porque se corre el peligro de hacer que desaparezcan las causas por las cuales somos una ciudad elegida para vivir, para visitar y para desarrollar inversiones.

Es un problema no ser concientes de esta cuestión, sobre todo en los dirigentes, de la esfera pública o privada, que confunden desarrollo con explotación, y no comprenden que los valores deben ser preservados.

Habría que desconfiar de los que no manejan estos conceptos, porque significa que no los tienen en cuenta.


G.L.d.D. 23 de abril, 2010.

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